La tradición judÃa celebra Yom Kipur, "DÃa del Perdón" o "DÃa de la Expiación", llamado también "El Sábado de los sábados". Es el dÃa diez del mes de Tishri. Este dÃa completa el largo camino de cuarenta dÃas dedicados al examen de conciencia y al balance del alma: Jeshbón Hanefesh.
Entre Rosh Hashaná, momento del Juicio Divino en que se fija el destino de cada uno, y Yom Kipur, en que se sella este juicio, transcurren los Yamim Noraim diez dÃas de la teshuvá (arrepentimiento, vuelta al camino), oportunidad para que el ser humano tome conciencia de sus faltas y defectos, se arrepienta, rectifique y retome el camino de su propia redención.
Para los judios “pecado original” consideran que cada ser humano en su voluntad y acción es libre. Hashem nos ofrece alternativas: "A los cielos y la tierra llamo hoy contra vosotros, que Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida y lo bueno". Deut. 30:19 En este contexto de libre albedrÃo se ubica el Baal Teshuvá, el Señor del arrepentimiento, el que decide retornar al camino del bien. En los escritos talmúdicos incluso se le otorga más mérito que al justo por naturaleza.
Yom Kipur, es una jornada de recogimiento pero no triste. Es costumbre visitar en los diez dÃas de penitencia o dÃas terribles, entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, las tumbas de sus jajamim ( sabios ); una forma de preservar su memoria como renovado agradecimiento. En la vÃspera, de Yom Kipur, antes de la caÃda del sol, se toma una comida en honor al dÃa siguiente o seudá mafseket, (comida separatoria). A partir de ese momento comienza un ayuno absoluto que dura hasta la caÃda del sol y habdalá del dÃa siguiente y prácticamente, salvo las horas de del sueño , y no todo el mundo, todo el tiempo se permanece en la Sinagoga.
Forman parte también de las mitzvot de ese dÃa la abstención del lavado del cuerpo, uso de cosméticos, perfumes, calzar cuero y las relaciones sexuales: mitzvot que se consideran pruebas de la voluntad y del dominio de sÃ.
Todos las prohibiciones de Shabat (en hebreo: descanso, cese) rigen también en Kipur. Una acción fundamental de la vÃspera es la de restituir y pedir a aquellos a los que se ha faltado o agraviado. Esta mitzvá refleja el interés de su tradición no sólo por la relación del hombre con D’ios sino fundamentalmente también con los otros hombres. La Mishná enseña que "Los pecados contra el prójimo no se perdonan en el dÃa del perdón en tanto no lo consienta su prójimo (......) de todos los pecados (inferidos) conta Hashem seréis purificados, esto es, los pecados contra D’os son perdonados en Iom Hakipurim; los pecados contra el prójimo no son perdonados en Yom Hakipurim hasta que no lo consienta su prójimo.” Queda claro que no por ayunar o por mero arrepentirse se produce el perdón; la cosa debe acontecer en la profundidad del individuo que ha debido reflexionar y hacer el debido balance y cambiar de actitud ante la vida.En las relaciones con otros seres humanos no interviene D’ios. Cada hombre debe ir previamente y pedirle perdón a quien haya dañado u ofendido durante el año.